A lo largo de toda la historia se ha ido diezmando por sistema a los judíos desde su sometimiento por parte de los faraones egipcios pasando por el infierno de Auschwitz hasta hoy con los conflictos de franja de gaza.
Es del todo imposible que en las mencionadas circunstancias se pueda
construir un estado de paz mediante el conocimiento mutuo, la comprensión
cordial y el dialogo, tal y como nos dice el profesor Nubiola. Conviene sumergirse
en la historia para comprender el porqué
de nuestro razonamiento. El
estado israelí se creó en el 1948 a raíz de la división del antiguo
protectorado británico en aquella zona. Esto vino a compensar todo el
sufrimiento del pueblo judío en la segunda Guerra Mundial, el problema radicó
en la oposición de sus vecinos musulmanes y en el odio creciente a lo largo de la historia como
antes hemos mencionado.
Qué ocurriría si pidiéramos a cualquier víctima del terrorismo comprensión cordial o dialogo para
aquellos que asesinaron a sus allegados, obviamente el rencor y el odio que anida en sus corazones
privaría a los asesinos de su condición humana, de ser personas que erran para acabar convirtiéndose en lo mismo que
ellos.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso pero lo hemos perdido, la codicia
ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado a la
miseria y a las matanzas como diría el
Gran Dictador. Nos encontramos ante la encrucijada de bien hacer borrón
y cuenta nueva, perdonando (únicamente perdonando se puede llegar a una vida
plena) todas las barbaridades realizadas contra el pueblo judío o continuar en
este camino de odio que solo lleva a guerras, genocidios y a ser esclavos del pasado.
La convivencia pacífica no resulta tan fácil como nos da a entender el profesor Nubiola hablando del respeto y la
paz existente en el siglo XIII en España,
porque lo que él omite es la sangría que se cometió en aquel reino a la hora de
expulsar a los musulmanes durante la reconquista, resulta muy fácil convivir si
matas a aquel que te genera los
problema, quizás se tenga que
producir el cambio del perdón y pasar cientos de años hasta que la situación se
normalice como ocurrió en Toledo ya que pasaron dos siglos hasta lograrse tal
convivencia pacífica, esperemos que en siglo XXIII hayamos hecho de Jerusalén
la Toledo de Oriente.
Cabe recomendar la obra de Salah
Jamal, Palestina, ocupación y resistencia,
una breve historia sobre el conflicto de oriente que permite ganar una
visión más objetiva del mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario